martes, 20 de noviembre de 2012

Algo tan sencillo cómo la humildad


Si se tratase de algo fácil, no tendríamos que repetirlo, publicarlo, comentarlo; simplemente estaría integrado en nuestro sistema de conciencia y motricidad, así cómo conducir una bicicleta una vez aprendido. Más sencillo que ser sinceros, más sencillo que amar, pero mucho más difícil de practicar.

Al subir a un automóvil suele suceder algo muy extraño: nos acoplamos a su carrocería (o viceversa) y nuestro ego se convierte en una especia de tanque armado. Cuando apenas alguien se nos cruza por el camino, sacamos las municiones y nos aprestamos a disparar. Por eso un día decidí hacer de mi bicicleta el mejor medio de transporte. Es ecológico y un excelente ejercicio pero sobre todo me mantiene conectado al resto del mundo. Cuando me toca conducir carro ciertamente me desconozco, me sale el diablo y no le aguanto peros a nadie.

Cuando escuchamos los argumentos presentados acerca del comportamiento de x o y persona, quienes lo profieren lo hacen generalmente desde su propio punto de vista y pocas veces reflexionan acerca del motivo oculto o no que puede haber detrás de ello. Todos actuamos por necesidad, ya sea abiertamente expuesta o subconsciente y en ello se encuentra siempre la falta de entendimiento de la que todos somos presa. No nos conocemos y menos aún en estos días, tenemos tiempo para hacerlo.

En el diario vivir caemos presa de las presiones a las que nos exponen el trabajo, la vida familiar (los gastos principalmente) y las relaciones “difíciles” con los demás. Convivimos con ellos como algo natural, hemos sido condicionados a actuar según ciertas reglas y parámetros provocando nuestro propio apartheid – nos hemos separado de nuestra naturaleza colectiva fijándonos en el yo cada vez más. Esperamos que los demás reaccionen según nuestros propios condicionamientos y cuando alguien sale del margen es apuntado y apartado. En el peor de los casos llegamos a creer que las demás personas están a nuestro servicio y que por lo tanto tenemos derecho a exigir o demandar según nuestra condición de poder.

No nos preocupamos por escuchar o descubrir el motivo oculto. Ese motivo oculto está ahí, siempre presente, nos golpea en la cara y no lo reconocemos. ¿Cuántas vidas más tendremos que desperdiciar? NO SOMOS SERES SEPARADOS DE LA NATURALEZA!!! Dios (sea el tuyo o el mío) nos ha entregado un mundo perfecto, si tan solo lo llegásemos a entender. Una vez que nos demos cuenta, el camino a la humildad será mucho más claro, la vida más completa y el mundo un lugar más feliz. El camino de la humildad es aquel en el cuál nosotros estamos al servicio de los demás, es ahí en donde descubriremos el verdadero amor.

Todos somos parte de éste mundo, de la realidad que vivimos. Todos juntos podemos convertirla en una pesadilla o en el sueño más sublime. Hoy lo llevamos por medio de la ignorancia hacia los más oscuros rincones del Hades. ¿Hasta donde podríamos llevarlo si todos fuésemos conscientes de nuestro poder?




jueves, 19 de abril de 2012

El Perdón



Muchas veces pasamos por la vida rabiando, lamentándonos y odiando a los demás. Quizás odiar sea un término un poco fuerte para algunos casos pero el hecho es que gastamos nuestras energías pensando en lo desgraciados que somos por lo que nos hacen los demás. No estamos conformes con lo que pasa a nuestro alrededor y resentimos que las personas no hayan actuado en la manera en la cual esperábamos que lo hiciesen. Todo esto no hace más que causarnos más dolor y más pena.

Cuando esperamos una respuesta determinada por parte de otros, salvo aquellos casos de civismo tan necesarios en realidades como la nuestra, lo que estamos haciendo es actuar desde nuestro propio ego. No admitimos que las personas son distintas a nosotros, que cada uno tiene su propio bagaje y que por lo tanto procederán de acuerdo a sus propios condicionamientos.

Es cómo esperar que la persona que amas te ame de la misma manera, que tus favores sean correspondidos en igual cantidad o que nuestros amigos nos respalden cuando en verdad no lo pueden hacer por x o y motivos (los cuales podrían estar bien fundados o no, da igual). Los resentimos y comenzamos un círculo de odio que lo único que hace es impedir nuestro crecimiento personal pero lo peor es que nos quedamos con ése rencor dentro de nosotros y cada vez que vemos o escuchamos hablar de aquella persona volvemos a caer en un abismo de energías negativas que finalmente nos hacen sentir fatal.

No es fácil perdonar, y más si nos han roto el corazón, si nos han maltratado o incluso agraviado físicamente pero finalmente es lo único que nos ayudará a seguir adelante. Siempre decimos que perdonamos pero no olvidamos quedando un atisbo de sufrimiento que aún nos hace daño. Cuando logremos ver que lo que sucedió fue algo que nosotros mismos condicionamos en nuestras vidas, ya sea en nuestra programación inicial o a través de nuestros propios miedos, que las demás personas son tan solo nuestro reflejo que nos permite ver aquello que debemos de trabajar en nosotros mismos y que todo lo que sucede, absolutamente todo, es parte de nuestro aprendizaje aquí en la tierra con la sola finalidad de crecer en espíritu, ése día será el día en que nuestras vidas cambiarán para siempre.

Existe una técnica maravillosa que si te interesa puede ser aplicada para mejorar ésa situación en la que te encuentres, es el Ho´ponopono, un mantra precioso y muy sencillo proveniente de Hawaii y que ha sido comprobado su poder curativo. Simplemente repite “Perdóname, lo siento, te amo, gracias” para tí mismo y la energía divina que hay en tu interior estando en paz. Si quieres conocer un poco más acerca de ella te recomiendo leer éste blog.

jueves, 29 de marzo de 2012

Despierta!


Sangran las venas de la tierra, los ríos se llenan de azufre y mercurio mientras los bolsillos del veneno engordan y el pueblo cada vez tiene menos. Las pantallas del televisor enfocan la masacre de cuatro mientras miles se ahogan en un grito desesperado por salvar lo poco que queda de aire en sus pulmones. La guerra avisa el cambio de poder mientras los pequeños heredan los desastres en éste mundo de alquiler.

Todos los días nos alimentamos de mierda, comida procesada, preparada para la muerte. Animales sangrantes son mutilados en trozos para llevarlos a nuestros intestinos sin contar que en su paso tragamos angustias, penas y llantos. Los pastizales que antes crecían naturales hoy son campo de transgénicos bienes que solo alimentan al poder del más fuerte mientras que el de abajo engulle heces para el alma sin saberlo.

Es tiempo de despertar, el Universo nos está llamando a participar pero si no hacemos nada por cambiar, si no levantamos el velo que nos ciega en nada nos convertiremos. Basta ya de andar como corderos tras el mensaje vacío que se nos entrega a borbotones, que nos quieren inculcar en cada segundo de nuestro diario estar. Abre los ojos ya que éste mundo no es lo que te quieren presentar, es mucho más, es lo que tú quieres que sea y no lo que ellos quieren que creas! Basta ya! Despierta! El día es hoy, ahora y tú el protagonista de tu vida.

domingo, 25 de marzo de 2012

Pachamama Enferma

No es novedad, hace ya muchos años que lo sabemos pero en verdad poco hacemos. Nuestra madre, la que ha permitido que nuestra vida y la de todos los seres de éste mundo sea posible sangra irremediablemente. Sus yagas hechas por sus propios hijos, ellos también enfermos pero a causa de su propia avaricia, de la necesidad del poder y el mal llamado "buen vivir".

¿En verdad necesitamos yates, departamentos de extremo lujo, grandes tanques como coches que en muchos casos utilizan hasta el doble de gasolina de otros más pequeños? ¿Qué se siente el tener tanto mientras en otras partes del mundo hay otros que sufren por tan solo tener algo que los cobije durante las largas noches de invierno, algo que comer durante los largos días que pasan sin poder ingerir alimento alguno? ¿Porqué creamos éstas diferencias, porqué sentimos la necesidad de diferenciarnos de los demás que caminan a nuestro lado?

La tierra está enferma y es a causa de la avaricia del hombre. ¿Qué puedes hacer tú para frenarlo? Para comenzar creo que basta con darnos una mirada sincera hacia adentro y reconocer lo hermoso que hay dentro de nosotros y compartirlo. ¿Qué nos hace falta para ser felices? Nada! Lo tenemos todo y está dentro de nuestros corazones. El hombre sólo necesita de amor para vivir, una vez lo consigamos todo el resto caerá por sí solo. Amor y agradecimiento porque en verdad ésta vida es el mejor regalo que nuestro padre nos ha podido dar. Si, nuestro padre celestial, llámalo cómo quieras es el mismo de todos.

No, yo no soy un profeta, no soy un hippie ni menos un salvador, soy tu hermano. Todos estamos conectados gracias a la divina gracia de la vida, todos incluyendo a las plantas, los insectos, los animales. Somos parte de la vida, mas allá de la nuestra, mas allá de nuestra galaxia. Todos formamos parte de un ser vivo y hermoso, no dejes que tu egoísta necesidad por querer más te aparte de la maravilla de la creación. Comparte lo que tienes con los demás y da gracias porque la vida te ha dado la oportunidad de aprovecharlo, no es para ti, es para todos.


lunes, 19 de marzo de 2012

Día de Festival

El sábado por la mañana desperté sabiendo que sería un gran día, hacía tiempo que venía esperando por él y finalmente había llegado. Un festival de música en el Parque de la Exposición se me ocurrió como una gran idea desde el primer momento en el que escuché de él. Aprovechar uno de los últimos días del verano, en un lugar precioso, repleto de historias que contar y otras tantas aún por descubrir sería ideal. Muchos de los que nos consideramos ciudadanos de ésta gran urbe, bien amada y en otros casos vilipendiada por los más variopintos autores, nos concentramos en un pequeño fragmento de su geografía dejando en el olvido esos espacios que en realidad poco pueden envidiar a otros de distintas latitudes hechos de fama por el sincero amor de sus propios ciudadanos. La historia del Perú es así, nos desplazamos entre el amor y el odio, rechazamos nuestros centros históricos y luego cuando el mundo pone sus ojos sobre ellos comenzamos a reconocer sus bondades, pero en fin, ésa es otra historia.

Luego un refrescante paseo por las sinuosas laderas del Malecón Miraflorino, un lugar que cada vez luce más hermoso y que cada día es aprovechado por más gente gracias a los esfuerzos desplegados por sus distintos alcaldes para mejorar su aspecto. Increíble pensar que antes del Sr. Alberto Andrade (no confundir con su escurridizo hermano) no hubiese nadie que apostara por mejorar tan preciosa fisonomía, pero es así. Lima le daba la espalda al mar como si se cerrase a ver el horizonte, característica que resalta el ensimismamiento de la sociedad que la gobierna pero que gracias al desarrollo va perdiendo fuerza.

Mi desayuno ideal del sábado por la mañana se ha convertido en tomar algún que otro bocadillo acompañado de un delicioso café orgánico en los puestos de la bío-feria del Parque Reducto. No quiero sonar a caviar cómo podrían pensar algunos, ni mis medios ni mi actitud tallar dentro de sus características, pero es lo que la vida me presenta y tonto el que no lo aprovecha. Allí se concentra una nueva Lima (de las tantas que vienen emergiendo) cada fin de semana. Una Lima compuesta de expatriados enamorados de nuestras tierras, limeños que gustan de la sana alimentación, jóvenes y experimentados de toda edad que salen a disfrutar de un poco de cháchara, yoga o música. Sentarse al sol disfrutando de la compañía de buenos amigos, ver familias pasear con los pequeños haciendo de las suyas, hermosos ejemplares de nuestra raza humana sonriendo y coqueteando unos con otros es un deleite del cual debemos de estar agradecidos. El simple hecho de poder compartir en paz no tiene precio ni comparación y es por ello que debemos de cuidar la delgada línea que nos llevara a tiempos de violencia y terrorismo no hace tanto tiempo.

Ya por la tarde la expectativa crecía, el evento se pintaba como un momento único. Los festivales suelen dar color a las ciudades en otras partes del mundo, históricos como Glastonbury, Wacken o Sitges, entre otros que congregan a miles de personas de todas partes y no veo porque en ésta nueva Lima no se podría dar algo parecido. El Festival de los Siete Mares en su primera edición sería una gran oportunidad de demostrarnos a nosotros mismos que podemos estar a la altura de cualquier ciudad del mundo, quizás no aún con la misma magnitud pero por algo se tiene que empezar. Entre los músicos congregados figuraban los más populares del circuito nacional, no solo por el alcance que han logrado sino también por la calidad de su música y por lo arriesgado de su propuesta la cual concretiza el momento en el que vivimos, la mezcla de nuestras culturas es el pináculo de la nueva patria que construimos. Sabor y Control, Bareto y La Sarita harían estallar a más de uno con sus ritmos electrizantemente contagiosos, sin descontar al resto. Entre ellos la presencia de dos internacionales invitados, Totó La Mamposina, de la cual estoy seguro muchos de los asistentes ni conocían pero quedarían prendados al verla tan desenvuelta y cercana en el escenario. Para cerrar con broche de oro el revoltoso, apasionado y genio del mensaje subliminal (como también famoso por carecer de pelos en la lengua) sería Manu Chao.

Un festival en favor del agua, como su propio nombre lo dice, no podía carecer de un matiz político pero lamentablemente el discurso no estuvo a la altura de la música. Más bien tomaba ciertas reminiscencias de aquella época anterior a la cual se llamaba a una revolución, una revolución justa pero conducida de forma equivocada y con una verborrea apta para una población llana y sin ideas. La improvisación en éstos casos podrá ser atrayente hacia aquellas personas que necesitan destacar por el simple hecho de la adhesión a una causa pero muchos otros lo único que podemos sentir es desprecio. Desprecio porque nos sentimos menospreciados, porque lo que se comunica no tiene contenido y nuestros oídos, ojos, corazones y mentes necesitan más que el simple “Si a al agua, no al oro” o cualquiera que sea el motivo del momento. Si queremos seguir en éste cambio positivo tenemos que seguir haciéndolo con mensajes claros, con ideas estudiadas y propuestas de solución y no tan solo de controversia.

La noche fue absolutamente mágica, cómo era de esperarse e incluso el festejado hizo esporádicas apariciones dejándose distinguir en pequeñas dotes que refrescaban a la afluencia exaltada. En fin, un precioso día a mediados de marzo, nuevas ideas y formas de vivir que espero se sigan contagiando y convirtiendo a Lima en la otrora Ciudad de los Reyes, una ciudad verdaderamente para todos.                                                                                                                                                   

Manu Chau en el Festival de los Siete Mares

jueves, 29 de diciembre de 2011

El amor y las montañas


En Cuzco, cuando apenas comenzábamos a enamorarnos, salí a dar un paseo pero más que eso sería una misión de resistencia y capacidad. Quería saber hasta dónde podía llegar con mis compromisos personales, con mi voluntad de seguir adelante en lo que en algún momento se estaba convirtiendo en una carrera fatigante.  Había intentado desde que llegué a Lima reincorporarme al medio audiovisual en lo que por su tiempo parecería fallido. Aunque era una prueba física, las cuales suelo imponerme de vez en cuando, para mí era mucho más que eso. Era saber que no podía rendirme, que trace lo que me trace podía seguirlo y cumplirlo. Subir la montaña más alta, sin ser yo un escalador experimentado, sería entonces una prueba de mi fortaleza como ser humano. Por suerte contaba con la compañía de mi buen amigo Michael, aquel que en otros momentos también sirvió de consejero e infidente, y que al igual que yo vive con espíritu aventurero.

Salimos temprano en la mañana, empacando manzanas, un poco de queso serrano que aunque no sea tan delicioso como el Cajamarquino, éste Cuzqueño que metíamos en la mochila no se quedaba atrás. Las barras energéticas necesarias, mucha agua y las botas bien puestas. Inicialmente la idea era salir a dar un paseo por el campo y subir alguna de las montañas aledañas, divertirnos y pasar un día íntimo entre dos amigos que aunque estuviesen viviendo juntos no se veían mucho.  

El taxi nos llevaría al inicio de nuestro camino, las escaleras del barrio de San Sebastián nos conducirían hasta aquella planicie desde donde se podía ver la extensión de la ciudad. Los aviones de LAN entraban prácticamente cada quince minutos mientras el sol comenzaba a pedirnos que nos quitásemos alguna de las capas extra de ropa que llevábamos encima. Era temporada de frío pero igual el sol quemaba en el día, por suerte Michael siempre bien preparado llevaba el bloqueador solar que por lo general suelo olvidar. La montañas se veían magníficas desde donde caminábamos, con razón los antiguos Incas las veneraban. No sólo son majestuosas e imponentes sino que pueden darte una sensación de fortaleza única y fe.

En el camino íbamos recordando aquellos momentos que habríamos vivido años atrás los cuales permitieron que nuestra amistad se desarrollase casi al nivel de una complicidad entre hermanos. Podíamos hablar de cualquier tema y sabíamos que ello no saldría de entre los dos, incluso aquellas cosas que tal vez hubieran sido importantes mencionarles a otras personas allegadas al círculo cercano no podían salir de nuestra intimidad. No es que fuese algo forzado sino que nuestro amor era tal que quebrarlo aunque fuese por el bien común era impensable.

Yo le hablaba de ti y el se reía, estaba feliz de verme tan ilusionado luego de conocer las decepciones amorosas que había tenido en el pasado. Al conocerme tan bien sabía cuáles eran mis falencias y también el gran potencial oculto. Yo por mi lado recordaba feliz la respuesta fugaz con la cual respondí en aquella oportunidad en la que me consultó preocupado que debía hacer al haber dejado embarazada a Sandy. “You are going to have that baby!” fue lo que le dije casi como una orden. Para mí el aborto nunca ha sido una opción, aunque siempre entenderé algunas razones por las cuáles otras personas lo deciden.

Me preocupaba sobre todo mi situación financiera, algo que para un artista es bastante común y por lo cual había partido a aquella ciudad tan lejana de ti. Quería encontrar una solución aunque en su momento no sabía cuál sería y que finalmente me costó tanto encontrar. Estaba enamorado y quería un futuro estable, poder aportar en casa y no tener las preocupaciones de poder llegar a fin de mes. Michael me ofreció un puesto en la cadena de restaurantes para la que trabajaba y en verdad no lo pensé dos veces. Sería algo pasajero pero con lo cual pretendí poner en orden aquello que un año en para había desestabilizado.

Caminábamos entre un hermoso sendero verde, un riachuelo al lado nos ayudó a refrescarnos y al ver una bifurcación en el camino nos enfrentamos ante la pregunta de cuál destino tomar. Allí mismo y como por designio divino una señora con un burro a cuestas daría vuelta por uno de las trochas pasando luego por nuestro lado. Le pregunté a donde nos dirigirían ambas opciones y riéndose al encontrarse con éstos “gringos” locos nos dijo que uno era el camino a Tambomachay mientras el otro lo podríamos seguir hasta Pisac. Al marcharse y con tan solo mirarnos supimos cuál sería la respuesta, el camino más largo.

Antes de enrumbar nuevamente nos sentamos a comer un poco y seguimos hablando acerca de lo que deseábamos en el futuro. A él le preocupaba mucho el estar lejos de su familia, habían intentado vivir todos en Cuzco pero Sandy no se habría acostumbrado. Cuzco no es una ciudad para todos, es preciosa y tiene mucho para ofrecer a aquel que disfruta del campo, de la mística y de la historia pero muy poco para el comprador impulsivo, el aficionado al cine y a los que viven del mar. El estar lejos de tu pareja es difícil, lo sé porqué a mi me pasaba lo mismo, pero el estar lejos de tus hijos imagino debe serlo más aún. Extrañaba ir con Mikey Jr. al estadio a alentar aquella camiseta roja que algún día logró lo que ningún otro, la gloria sudamericana. Extrañaba las caricias de Mia, tan chiquita ella pero a la vez tan llena de amor. Yo te extrañaba a ti sobre todas las cosas.

Finalmente terminamos nuestro pequeño descanso y luego de andar un poco vimos aquél hermoso cerro que se presentaba frente a nosotros, volteamos y al mirar alrededor era el más imponente que había, probablemente el más alto desde el lado del valle en el que estábamos. Nuevamente bastó una mirada entre los dos y sin pensarlo comenzamos a trepar. Poco a poco fuimos subiendo, pasando por entre pinos y eucaliptos que ofrecían su maravilloso olor.

 Al terminar el pequeño bosque pudimos nuevamente observar el horizonte y ya muy lejos aquella ciudad que habríamos dejado atrás. Sin darnos cuenta ya teníamos de recorrido una gran distancia, al otro lado del cerro la carretera que serpenteaba cuesta abajo camino a Pisac. Seguimos trepando, aunque cada vez nos cansábamos más. No sé si por el efecto de la altura o porque simplemente ya nuestras piernas no resistían. A cada paso pensaba en ti, en las dificultades que tendría que enfrentar para poder cumplir mis metas y lograr ése sueño que poco a poco comenzaba a tomar forma; tener una familia contigo. No sería fácil ya que por muchos años anduve de un lado para otro, sobreviviendo y ambicionando seguir la elusiva carrera del actor que mal que bien algunos éxitos me habría acaparado en algún momento pero que al regresar al Perú cada vez se sentía más lejano. No solo porque luego de intentar, llamar y tratar de conseguir algo fuera de un comercial u otro sino también porque cada vez me encontraba más desencantado con el medio. Sabía que sería difícil pero mi corazón me decía que el amor era más fuerte y que luchándola lo conseguiría.

La montaña se hacía cada vez más agreste y las botas recién compradas me comenzaban a lastimar el pie. Adolorido me senté un momento y al sacarme el zapato me di cuenta de la sangre que manchaba la media blanca. ¡Mierda! Fue lo primero que pensé, ¡Ya me jodí el pie! y retirándome suavemente la calceta me dí cuenta del pedazo de piel que colgaba de la punta de mi dedo gordo. Medía tal vez 5 centímetros y tenía un grosor sorprendente. ¿Cómo te puedes hacer tanto daño de ésa manera? Hasta ahora no puedo entenderlo, pero ése no era el tema en aquél momento. Me preocupaba sobre todo el poder continuar en el camino trazado, poder finalmente cumplir mi meta. Aquella que sin querer queriendo lo representaba todo.

La capa de piel colgaba de apenas un fino hilo, por suerte algo sé de cuidado en éstos casos y me cubrí la parte afectada con el mismo trozo que había sido removido de ella. Michael, como buen scout, me regaló una curita y nos quedamos allí sentados un momento. ¿Qué hacemos ahora? me preguntó preocupado, seguir fue lo que le contesté. Aún faltaba lo que parecía unos buenos 800 metros y no me rendiría por nada del mundo.

Sabía que lo podía lograr pero más allá de eso lo hacía por llegar a esa conclusión que me fue contundente al estar mirando el paisaje una vez llegado a la cima. Cada célula de mi cuerpo me decía que todo, absolutamente todo, mi amor contigo, mi trabajo, mi futuro estaría bien. Sólo sería cuestión de superar las pequeñas trabas que nos pone la vida en el camino.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Mi camino


 ¿Puede ser que exista algo más importante que el amor? ¿Puede que la posición económica, laboral y social sean más fuertes que el amor? Todas estas dudas me quedan en el alma, dando vueltas constantemente y sin encontrar respuesta diferente al NO, NO HAY NADA MÁS GRANDE QUE EL AMOR.


Es verdad que la vida es más fácil si tenemos dinero, viajes, casa, carro y comodidad. Si, es más fácil así. ¿Pero qué te garantiza que eso te haga feliz? ¿Qué te garantiza que eso dure para siempre? La vida es tan frágil que en un momento estamos aquí pero puede que al siguiente ya no, entonces… ¿Porqué no simplemente aprovechar el momento ahora y amar sin pensar en qué nos puede ofrecer otra persona para el futuro? Nadie tiene comprado el destino, obviamente es importante guardar pan para Mayo así como ir preparando la tierra para la cosecha pero y si no llegas a Mayo? Igual lo labrado hoy día servirá para el futuro y más si es un trabajo realizado con el alma.

Mi vida se basa en vivir, en amar, en llorar y en gozar. Quiero experimentarla porque para eso vine a éste mundo. Para conocer de él y de su gente y a través de ello crecer y poder dejar cositas para el resto que vendrá después. Pequeñas perlas para hacer la vida más fácil a quienes solo ven sufrimiento o dolor. La vida es mucho más, la vida es amor y si encontramos el amor dentro de nosotros mismos puede convertirse en un verdadero paraíso.

Las personas que te acompañen en el camino puede que se queden por corto o largo tiempo, igual tienen su propio ruta que andar y por eso has de dejarlas ir. Puede que algunas veces te cuesta más que otras el verlas alejarse pero ese será tu aprendizaje, el dejar que todo apego se desvanezca.